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martes, 14 de junio de 2016

11. Pelotón

La naturalidad de los gestos y la actitud con la que el grupo de niños jugando a los soldados observa el paso del vehículo en el que viajaba Agustí Centelles debieron llamar su atención.  No dudó en realizar al menos un par de instantáneas. Debió ser en el frente de Aragón, en los primeros meses de la guerra. 

En medio de la guerra los niños repiten los gestos y copian los atuendos de los soldados. Usaron hojas de periódico y palos de madera para suplir los uniformes, pistolas, fusiles o metralletas. De uno de esos palos prende una bandera clara que el niño agita al paso de los vehículos. La mayor parte están sentados, saludando con la mano y en la cabeza llevan algunos quepis confeccionados con papel de prensa.  Reflejan de manera improvisada aquello que les rodea, como en tantos otros lugares y espacios donde arrecia la guerra y la violencia es un medio común para la consecución de todo.

Esta fotografía se ha seleccionado porque contrasta con su obra de referencia sobre la infancia en guerra. Figura en las siguiente imágenes que componen la exposición. Forman parte de una recreación y aprovechan la naturalidad con que un grupo de niños juega a la guerra para escenificar un conflicto más allá de nuestras fronteras premonitorio de lo que sucedería en occidente y muestra de lo que ya estaba sucediendo en el continente asiático con el expansionismo de las potencias militares emergentes.

Adolescencia en guerra

En la parte real del conflicto armado, la adolescencia también se incorporó a las agrupaciones que encuadraron a milicianas y milicianos para la defensa de la República

19 Sep 1936, Toledo, Spain - Two Republican militia women eat grapes, while taking a rest during the Spanish Civil War. [Dos milicianas toman uvas en la cuesta de las Armas el 19 de septiembre de 1936. Fotografía de Juan Guzmán (Hans Gutmann Guster) Image by © EFE/Corbis


domingo, 22 de mayo de 2016

36 Hambre

Tras el final de la guerra, las restricciones y la escasez de alimentos los convirtieron en los años del hambre.

 Comedores del colegio San Estanislao de El Palo. Tras la guerra civil llevó a cabo una gran labor humanitaria. 1941.

viernes, 20 de mayo de 2016

13 Enseñanza

Por inconcebible que parezca, desatado el conflicto, ambos bandos se pusieron a construir un programa para la enseñanza primaria, dado que no existía a pesar de que en 1857 la Ley Moyano así lo prescribió.


 En octubre de 1938 un Decreto hacía público el nuevo plan de estudios primarios como desarrollo de una política que se había preocupado de la construcción de edificios escolares, la mejora de los sueldos del magisterio o la disminución del analfabetismo. [Decreto de 28 de octubre de 1937, Gaceta de la República del 31, p. 402.] y el del denominado bando nacional se aprobó por Orden del 15 de diciembre de 1938 aunque no llegó a publicarse.
En esta escuela republicana de un pueblo recién conquistado, un cartel de Ballester decora la pared.
Niños recibiendo enseñanza de un soldado republicano. Bihuega (Guadalajara)
Había que trasmitir un conjunto de ideas básicas para comprender el modelo de Estado, por medio de la educación de las generaciones futuras. Desde los organismos creados en la denominada zona nacional, la demolición del sistema de valores de la República fue inmediata, y la condena a los intelectuales tajante, inapelable. Por su parte, el gobierno republicano, mantuvo los principios del sistema de enseñanza existente, y asignó al maestro la labor de transmitir nociones de libertad, paz y justicia social. De hacer que los escolares se percataran, de que eran valores que formaban parte de una cultura defendida por el ejército popular de la República, en lucha «contra el fascismo, conquistando la libertad e independencia de la nación española». 

Un grupo de niñas desfila durante un acto de la Sección Femenina.  Archivo General de la Administración (AGA). Fuente.



19 Piedad

La fotografía que abre la realidad de esta sección indicativa de los Horrores de la Guerra, recoge la dolorosa escena en la que una mujer desconsolada llora abatida ante el cadáver de un niño que yace junto a una hilera de cuerpos sin vida tras el bombardeo de Lleida –Lérida– el 2 de noviembre de 1937. Entre los edificios derruidos por la aviación había una escuela en la que murieron 50 niños.

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Por su parte, la tragedia de España había sido reflejada por Picasso, con la crudeza y realismo que estampó en el Guernica.  Las madres desamparadas protegiendo a su hijos de los ataques, o con sus cuerpos sin vida yaciendo entre sus manos, son expresión de la realidad de la guerra civil, transformada en icono de la cultura hispana.

Le Pelerin. 21 de Noviembre, 1937, núm 3165.
Las fotografías de las víctimas del bombardeo de Lérida fueron publicadas entre otros medios en Le Pelerin  [21 de noviembre de 1937, núm. 3165] suministradas por el servicio fotográfico del NY Times. El ataque aéreo tuvo lugar el 2 de noviembre de 1937 sobre la ciudad de Lérida. [Fuente]

Imágenes como esas ilustraron muchas crónicas; como la del periódico L´Humanité:






32 Babis

Esta imagen corresponde a alguno de los actos organizados para la infancia refugiada en la zona del mediterráneo más alejada de los frentes. La prensa de Barcelona comenzó pronto a dar noticias sobre las Colonias escolares para niños refugiados.  En noviembre de 1936 los niños del colegio La Paloma, de Madrid fueron acogidos en Villanueva y Geltrú, pues en esos meses comenzó la evacuación de refugiados de Madrid. El propio Alcalde de esa localidad realizaba en esas fechas un visita de inspección por algunos pueblos de los alrededores, para organizar algunos servicios municipales que no podían prestarse en la condiciones adecuadas, y si bien contaba con todos los funcionarios del ayuntamiento,  le preocupaba que el vecindario ayudara también al Ayuntamiento en ese trabajo.También de que las colonias escolares que situadas en Levante se hallaban "en perfecta normalidad y excelentemente atendildas". La Vanguardia. [11.11. 1936, p. 6.]

En la Vía Layetana se instaló una guardería de Ayuda Infantil de Retaguardia y fue fotografiada por Agustí Centelles. Una de esas imágenes formó parte de la exposición Playgrounds. Reinventar la plaza, celebrada en el Museo Reina Sofía entre julio y septiembre de 2014.

Guardería infantil en Vía Layetana, Barcelona, 1936-1939, de Agustí Centelles. Enlace




1 Hogueras

La imagen que abre esta exposición debió ser recogida el Martes 23 de Junio de 1936, en las horas previas a la Noche de San Juan y muestra el regocijo y la alegría de un animado grupo de niños y niñas ocupadas en amontonar y custodiar la pila de objetos que prenderán al anochecer de ese día.

Las tareas de amontonar trastos inútiles o muebles desvencijados por el tiempo como preparación de las hogueras para iluminar la noche de San Juan ha sido siempre motivo de juego, sorpresas, descubrimiento y disfrute para la infancia. La que hemos seleccionado forma parte de las imágenes captadas por Agustí Centelles para ilustrar el quehacer de aquellos niños en los primeros compases del verano 1936 en Barcelona.

Hemos recogido algunas fotografías semejantes para datar y recuperar el contexto vital de la infancia en las fechas previas al estallido de la guerra civil española.



En el periódico La Vanguardia del Miércoles 24 de junio de 1936, se publicó una crónica de esa jornada:
Barcelona. 
LA VERBENA DE SAN JUAN  
Continuó la animación hasta la madrugada. 
Durante toda la noche continuó la enorme animación y el bullicio por las calles de nuestra ciudad. Sus arterias principales, calle de Cortes, Ramblas, calle de Pelayo, plaza de Cataluña y Rondas, fueron un verdadero hormiguero humano desde las primeras horas del anochecer hasta muy avanzada la madrugada. En las barriadas extremas también la animación fue extraordinaria, con sus típicas hogueras y la explosión de petardos y cohetes, diversión preferida de la gente menuda. Una compacta muchedumbre invadió el Parque de Montjuich, donde se celebraba la verbena de la Prensa, que continuó hasta bien entrado el día.  
El concurso de puestos de venta de flores en la Rambla estuvo concurridísimo, y el público admiró complacido el magnífico espectáculo. Los -establecimientos de pastelería y puestos- de venta de las típicas «cocas», permanecieron abiertos hasta primeras horas de la madrugada, dándose la particularidad curiosa de que, a pesar de subsistir el conflicto del ramo mercantil, dichos establecimientos efectuaron sus ventas normalmente, sin ninguna vigilancia. Todos los lugares de esparcimiento, y especialmente los espectáculos al aire libre, se vieron llenos a rebosar. Lo propio ocurrió en todos los casinos, y clubs que celebraron verbenas. En el muelle y en la Barcelonesa, la concurrencia fue también enorme, especialmente en los balnearios y establecimientos de la playa. A la hora de cerrar esta edición no se tiene noticia en ningún centro oficial de que haya- ocurrida el más ligero Incidente. El pueblo barcelonés dio anoche una vez más prueba de su alto espíritu de civismo y de su amor a las tradiciones populares
En Barcelona, la verbena de San Juan es una celebración popular en la que los vecinos, familiares y amigos se reúnen para cenar, interpretar música y encender hogueras. El 23 de junio por la tarde la denominada Llama del Canigó llega a la plaza de Sant Jaume, donde es recibida por las autoridades municipales, el Águila de la Ciudad y los Gigantes de la Ciudad , mientras suena la canción «Montañas del Canigó». A continuación, los representantes de cada barrio cogen el fuego que enciende las hogueras de toda la ciudad.