domingo, 29 de mayo de 2016

37 Milicias

L’ ACTUALITÉ A BARCELONE. Des enfants costumées en infirmières défilent dans les rues et quêttent au profil des milices antifascistes. Photo NYT. Barcelone. Br. 3/9/36. JL 90

miércoles, 25 de mayo de 2016

31. Colegio de la Paz

El Colegio de la Paz, situado en Madrid, se encargó de acoger a los huérfanos de milicianos y milicianas. Los niños acogidos en el colegio de la Paz fueron evacuados hacia Valencia, a cargo de la Dirección de Asistencia social dependiente del Ministerio de Sanidad.

Para saber más:
http://www.memoria-antifranquista.com/wp-content/uploads/2014/10/ROSALÍA-CREGO-NAVARRO-La-colonias-escolares-durante-la-Guerra-Civil.pdf
Vida y muerte en la Inclusa de Madrid en el primer año de posguerra

martes, 24 de mayo de 2016

6 Cara al sol

El brazo en alto era uno de los símbolos empleados como saludo por el fascismo en Italia y por el régimen nacional socialista en Alemania. Fue un gesto que la Falange española adopto y acabó por ser el saludo de adhesión oficial al régimen del general Franco identificado como caudillo de España.

El himno de Falange se entonaba en todas las escuelas al comenzar la jornada, junto al rezo del Padre nuestro o el Ave María. Una rutina que perdura en la memoria de los escolares y que incluye interpretaciones singulares de su letra, como el fragmento del "imposible el Alemán" con que se trocaba el "impasible el ademán" del original.

Niños saludando con el brazo en alto durante las obras de desescombro de la Cibeles en 1939, que estuvo protegida durante la Guerra Civil, nada más terminar la contienda (Archivo Regional de la Comunidad de Madrid/ Fondo Martín Santos Yubero). 
Federico Ayala escribía sobre el final de  Guerra Civil, que  terminó oficialmente el 1 de abril de 1939, con el parte de guerra más famoso de la Historia de España: «Parte oficial de guerra, del cuartel general del generalísimo, correspondiente al día de hoy, primero de abril de 1939, tercer año triunfal. En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. Burgos, primero de abril de 1939, año de la victoria. El generalísimo Franco».


Unos días antes habían entrado en Madrid las tropas nacionales y entre las cosas que cambiaron, la propiedad de ABC. En una misiva vez dirigida por Juan Ignacio Luca de Tena. José Antonio Jiménez Arnau, en la oficina de prensa de la Embajada de España en Italia Contaba: «La Casa está intacta. Ha sido verdaderamente milagroso. No hay un solo desperfecto en ninguna máquina, por pequeño que sea, y los muebles, los cuadros y los tapices están igual que el día que yo salí de esta casa. La mía, particular, ha sido arrasada, pero eso es lo de menos». La Casa es como siempre nos hemos referido a la sede de ABC. Y que sobreviviera intacta fue un verdadero milagro, comparable al de la fuente de La Cibeles que los niños de la fotografía de hoy descubren tras los días de guerra.

Y entre los recursos recuperados, el fotógrafo Virgilio Muro, que siguió ejerciendo como tal en ABC de Madrid durante la Guerra y que continuó en el periódico hasta su jubilación a finales de los años 50 del siglo XX. Enlace

Madrid, 30/3/1939. Un grupo de niños retira la protección con la que se preservó la fuente de La Cibeles durante la Guerra Civil.

5 Ferrer y Guardia

Las columnas de milicianos que partieron hacia el frente de Aragón tras ocupar distintas localidades en la zona de Tardienta, debieron dedicar esta calle al pedagogo anarquista fundador de la Escuela Moderna.

Había sido acusado por un tribunal militar de participar en las revueltas de la Semana Trágica de Barcelona, y fue condenado a muerte, siendo fusilado en la mañana del 13 de octubre de 1909 en el Castillo de Montjuic.

domingo, 22 de mayo de 2016

36 Hambre

Tras el final de la guerra, las restricciones y la escasez de alimentos los convirtieron en los años del hambre.

 Comedores del colegio San Estanislao de El Palo. Tras la guerra civil llevó a cabo una gran labor humanitaria. 1941.

12 Ruinas

Un día de febrero de 1937 en Gijón, un par de niños juegan entre las ruinas de una casa, quizás de la calle Jesús que había sido destruida el verano anterior durante el asedio para controlar la rebelión del Regimiento Simancas. Uno de los niños viste un mono de trabajo, y se cubre con un casco modelo «Trubia». Debía tener unos 8 o 10 años de edad y es muy probable que viviera en una de las calles aledañas al tramo central de la avenida de los Hermanos Felgueroso. Un fotógrafo se detiene y realiza varias instantáneas de los niños jugando a las construcciones en medio de las ruinas. Era David Seymour –«Chim»– el reportero que tomó imágenes de la Guerra Civil en Gijón.



También lo hizo de unos niños repartiendo prensa a los mineros. El fotógrafo recogió  la vida cotidiana tanto en la vanguardia como en la retaguardia de la Asturias republicana, prestando especial atención a las personas, tanto milicianos como población civil. Algunas de estas imágenes fueron publicadas en «Regards», «Ce Soir», «The Ilustrated London» y «The New York Times» entre febrero y junio de ese mismo año.




Forma parte de un lote de 126 rollos de película fotográfica que reúnen un total de 4.500 instantáneas tomadas entre los años 1936 y 1939 por los fotógrafos Gerda Taro, Robert Capa y David Seymour en distintos puntos de España a lo largo de la Guerra Civil. Esos negativos se conocen como conocemos como las fotos de la maleta mexicana. En su conjunto componen un testimonio de valor incalculable sobre la evolución de la fotografía y el fotoperiodismo bélico, pero también sobre un momento crucial de la historia española y del intento de frenar la expansión del fascismo en Europa.



Las imágenes fueron tomadas por Chim, el único de los tres que estuvo en Asturias y que fue el autor de una quincena de rollos fotográficos que contienen unas 330 imágenes entre las que se incluye éstas que corresponden a fotografías hechas a lo largo del mes de febrero de 1937 en el frente de Oviedo, en Gijón y en Langreo. A «Chim» también le interesaron los dinamiteros pues habían sido protagonistas durante la Revolución de Octubre de 1934. A ellos dedicó una serie de fotografías, así como a las mujeres que retrató cargando vagones de carbón, si bien con vestidos de calle poco apropiados para esa tarea. Seymour captó el ritmo diario en la retaguardia, con los niños repartiendo la prensa entre los mineros a la entrada de los baños, o las mujeres y niños haciendo cola para el racionamiento ante el teatro Dindurra, que por entonces proyectaba «¿Quién me quiere a mí?», un drama sobre los efectos del divorcio en la infancia, mientras el drama real se desarrollaba en la calle. También retrató el el interior del café Manacor en Gijón, uno de los «mentideros» de la retaguardia que luce un cartel en el que además de silencio "se pide precaución sobre la información que se da de los frentes y a quién se da". La serie se completa con la imagen de un miliciano con su equipamiento de invierno: unas madreñas como calzado, y uno de los momentos de ocio en el frente, con un grupo de hombres de boina tocando la trompeta. Música en el fragor de la batalla. Enlace
Henri Cartier–Bresson. Guerra Civil. (s.f.)
Durante la Guerra Civil Española, Bresson fue contratado por el diario francés France Soir como fotoreportero. Entonces consolidó una relación amistosa con Robert Capa y David Seymour, quienes más tarde se convertirían en sus aliados para fundar la agencia de fotografía más importante del siglo XX. Mientras transcurría la guerra, filmó dos de sus documentales más importantes: Victoire de la Vie (1937), que expone la cotidianidad de los hospitales españoles, y L’Espagne vivra (1938), que le fue comisionado por el Frente Popular Español para relatar la España en tiempos de postguerra.
Henri Cartier–Bresson. Guerra Civil. España (s.f.)


viernes, 20 de mayo de 2016

7 Trincheras

A semejanza de la imagen de la exposición, el fotógrafo español Juan Miguel Pando realizó en Madrid esta instantánea donde el grupo de niños, replica las tareas de fortificación para defenderse y evitar el avance del enemigo. Todos parecen colaborar para recrear la realidad cotidiana de la guerra que representan haciendo uso de gorros de apariencia militar además de distintas herramientas y útiles para excavar una trinchera. 

Un grupo de niños voluntarios abre trincheras. Juan Miguel Pando Barrero Madrid, España, 1915 - 1992. Fecha:  1939 (febrero-marzo) / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
"Juan Pando fue uno de los jóvenes fotógrafos que cubrieron los acontecimientos de la Guerra Civil española con una nueva mirada. Con dieciséis años comenzó su carrera como ayudante del fotógrafo Mariano Moreno, y pocos años después comenzó a trabajar en exclusiva para Associated Press, agencia que distribuyó sus instantáneas por medios nacionales e internacionales. Con el estallido bélico, Pando comenzó a documentar los sucesos desde el lado republicano, lo que le permitió ser testigo directo de los acontecimientos relacionados con la llamada «defensa de Madrid», desde la formación de escuadrillas populares al efecto de los bombardeos sobre la población civil. La obra de Pando se une así a la de los fotoperiodistas que hicieron de la Guerra Civil un conflicto profusamente documentado, en el momento de expansión internacional de la fotografía humanista.
A partir del fin de la contienda, su labor profesional se orientó a la distribución, desde su propia agencia, Foto Pando, así como hacia la fotografía industrial y publicitaria, y a la representación de paisajes y tipos populares, con amplias series fotográficas sobre Marruecos realizadas entre 1949 y 1977." Concha Calvo Salanova

8 (Figuren abisinis i italians) en Monjuich

La imagen pertenece a la serie registrada por Agustí Centelles en su dietario como "Jocs de nens de guerra", y fue catalogada en los negativos originales de la serie como «reportage de Nanos (figuren Abisinis, i Italians) en Montjuich». Así consta en los archivos del Centro Documental de la Memoria Histórica (Salamanca)
Reportatge de nanos. Aymamí. (Figuren Abisinis i Italians) en Montjuich. Jocs de nens de guerra. Centro Documental de la Memoria Histórica - Salamanca. Fondo Centelles. Fuente: El País
El estudio y análisis del reportaje completo, forma parte de la investigación desarrollada junto a Ana Mirman Flores, titulada «A Graphic Chronicle of the Spanish Civil War. Chimeras or the Education and Impact of the Conflict in the Constitution of Childhood». Fue publicada y presentada en encuentro Education, War and Peace - ISCHE 36, desarrollado en el Institute of Education de Londres (Julio, 2014). 

Un par de imágenes de la serie también formaban parte de la exposición  Playgrounds – reinventar la plaza, celebrada en el Museo de Arte Reina Sofía entre el 30 de abril y el 22 de septiembre de 2014.

Hay una escena semejante la película La hora de los valientes que recupera esta escenografía adaptándola a la guerra civil española, pero no es posible eludir e hecho de que el Nobel de literatura, Gabriel García Márquez sitúe el inicio de Cien años de soledad con el coronel Aureliano Buendía, frente al pelotón de fusilamiento, recordando la tarde que su padre lo llevó a conocer el hielo.  También aparece de soslayo el cuadro de Los fusilamientos de la Moncloa, obra de Francisco de Goya que da cuenta de los que acaecieron el 3 de mayo de 1808 tras el levantamiento de pueblo de Madrid contra las tropas francesas en los inicios de la guerra de independencia. 

9 Reportatge de nanos

El reportaje fue realizado para dar cuenta de las salvajadas de otra guerra. La que venía desarrollándose en Abisinia en defensa de la invasión de Etiopía por las fuerzas italianas desarrollada entre octubre 1935 y mayo de 1936. Algo que deja patente la constancia reiterada de acciones semejantes en la memoria humana de los conflictos armados.

[Incluir intervención del emperador  Hayle Selassie el 30 de junio de 1936,  ante la Sociedad de Naciones, en Ginebra, denunciando a Italia] [En construcción]

La violencia y sus consecuencias no son excepciones en la convivencia humana, aunque formen parte de los valores y conductas no deseables. De ella han sido muestra las guerras siendo su  imagen la que subyace en la memoria colectiva. Queremos emplearlas ahora para dar cuenta de una parte de la vida cotidiana de la infancia en España entre 1936 y 1941, pues en ellas queda el reflejo de lo que aprendieron por imitación durante la guerra.

Luchas y batallas infantiles, desfiles, atuendos, indumentaria, gestos y actitudes que reflejan la imagen percibida de las circunstancias extraordinarias, imprevistas, desconocidas e inquietantes que los rodearon para alterar la rutina cotidiana previsible y conocida.

La guerra afectó a todas las generaciones que en su transcurso fueron testigos y sufrieron las consecuencias de lo que aconteció a su alrededor y que les moldeó como personas. Aquellas que dieron forma a la razón, a las emociones, a la imaginación y a la memoria. Su experiencia vivida se transmitió a las generaciones que las sucedieron como una realidad que nunca debiera volver a repetirse

Fotografía: Mark Symour
No es una fotografía de aquellos tiempos, tan solo sirve para ilustrar la idea de que la imagen de la infancia que nos ha llegado es la que los adultos tomaron de ella. Para poder captar la visión que la infancia hubiera podido captar sobre la realidad que vivió apenas poseemos más que los dibujos, cartas, memorias personales y otro tipo de narración de aquellos momentos. El reportatge de nanos es una recreación dirigida por un periodista y recogida por un fotógrafo. [En construcción]

13 Enseñanza

Por inconcebible que parezca, desatado el conflicto, ambos bandos se pusieron a construir un programa para la enseñanza primaria, dado que no existía a pesar de que en 1857 la Ley Moyano así lo prescribió.


 En octubre de 1938 un Decreto hacía público el nuevo plan de estudios primarios como desarrollo de una política que se había preocupado de la construcción de edificios escolares, la mejora de los sueldos del magisterio o la disminución del analfabetismo. [Decreto de 28 de octubre de 1937, Gaceta de la República del 31, p. 402.] y el del denominado bando nacional se aprobó por Orden del 15 de diciembre de 1938 aunque no llegó a publicarse.
En esta escuela republicana de un pueblo recién conquistado, un cartel de Ballester decora la pared.
Niños recibiendo enseñanza de un soldado republicano. Bihuega (Guadalajara)
Había que trasmitir un conjunto de ideas básicas para comprender el modelo de Estado, por medio de la educación de las generaciones futuras. Desde los organismos creados en la denominada zona nacional, la demolición del sistema de valores de la República fue inmediata, y la condena a los intelectuales tajante, inapelable. Por su parte, el gobierno republicano, mantuvo los principios del sistema de enseñanza existente, y asignó al maestro la labor de transmitir nociones de libertad, paz y justicia social. De hacer que los escolares se percataran, de que eran valores que formaban parte de una cultura defendida por el ejército popular de la República, en lucha «contra el fascismo, conquistando la libertad e independencia de la nación española». 

Un grupo de niñas desfila durante un acto de la Sección Femenina.  Archivo General de la Administración (AGA). Fuente.



14 Lectura

La imagen debió realizarse en uno de los centros de acogida habilitados para dar refugio a la infancia desplazada.

Los fotógrafos no dejaron de recoger imágenes sobre la educación de la infancia, incluida la que muestra a los soldados enseñando a los niños en el frente. Debió ser un medio para defender a la República de la idea de barbarie que se difundió.


Fotografía de Walter Reuters, en el frente de Guadarrama, año 1937, distribuida por el
Servicio Español de Información. Fuente


15 Observación

Al final de la guerra se convocaron las denominadas oposiciones patrióticas y por Decreto de 6 de julio de 1940 fueron nombrados "maestros propietarios" alrededor de dos mil oficiales del ejército, en su mayoría alféreces provisionales.
Orden de 6 de julio de 1940 por la que se nombran para los destinos que se indican a los Oficiales del Ejército que han sido admitidos en el Concurso al Magisterio Nacional.

16 Escritura

Los niños de la imagen es posible que formaran parte de una de las colonias ubicadas en el barrio de Pedralbes en la ciudad de Barcelona.  [En construcción]

Esolares en una de las colonias escolares. Alicante. sf.






17 Aprendizaje

Esta escena recogida en una las Colonias Escolares posiblemente en la ciudad de Barcelona fue captada desde distintos ángulos como puede apreciarse en la que incluimos aquí extraída de uno de los reportajes sobre la obra fotográfica de Agustí Centelles y los niños.

Fuente: Documental – Centelles. Enlace
El modelo de enseñanza y las sensaciones que transmite debieron formar parte de las razones que llevaron a incluir una e las imágenes de la serie como parte de una cartel de propaganda del gobierno de la República.  

Fuente: Grafosfera. Enlace web

La imagen que incluimos en la exposición formó parte de la Exposición "Lápiz, papel y bombas"


[En construcción]

18 Narración

La imagen forma parte de un reportaje sobre Colonias Escolares y sintetiza los ideales de la enseñanza activa y los valores de la educación basada en principios activos y en realidad clásicos. 

Hogar infantil de Burjasot. (Villa de San José). Enlace.
En octubre de 1936, Madrid, la capital de la República, estaba asediada y se libraban combates en el frente de la guerra.  Su población había aumentado mucho al acoger un gran número de refugiados que desde las zonas de combate se habían refugiado allí buscando la protección del gobierno.  

A lo largo de la guerra, procedentes del Madrid sitiado, de Extremadura, Asturias, Toledo y Málaga, principalmente, se trasladaron numerosas expediciones de niños y niñas a Catalunya, a las provincias valencianas, a Murcia y a la provincia de Almería. El Ministerio de Instrucción Pública se encargó desde enero de 1937 de organizar la educación y atender a todas sus necesidades básicas. Lo hizo a través de un sistema de colonias en las cuales un grupo de escolares viviría en comunidad con sus profesores recibiendo instrucción académica. 

Los responsables del ministerio entraban en contacto con los ayuntamientos para procurarles alojamiento entre las familias, o bien seleccionar los locales más adecuados que pudieran ofrecer en el municipio para instalar colonias colectivas. 

La mayoría fueron palacetes abandonados, hoteles, balnearios, fincas rústicas y de recreo o colegios religiosos requisados. Lo normal es que se situaran en las afueras de lo núcleos de población o en pequeños núcleos rurales próximos, de forma que el suministro no resultara difícil y que además permanecieran tranquilos, alejados de la retaguardia y del  riesgo de ataques aéreos y bombardeos.

Exposición: Las colonias de niños evacuados. Universidad de Barcelona. Enlace.

[En contrucción]

19 Piedad

La fotografía que abre la realidad de esta sección indicativa de los Horrores de la Guerra, recoge la dolorosa escena en la que una mujer desconsolada llora abatida ante el cadáver de un niño que yace junto a una hilera de cuerpos sin vida tras el bombardeo de Lleida –Lérida– el 2 de noviembre de 1937. Entre los edificios derruidos por la aviación había una escuela en la que murieron 50 niños.

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Por su parte, la tragedia de España había sido reflejada por Picasso, con la crudeza y realismo que estampó en el Guernica.  Las madres desamparadas protegiendo a su hijos de los ataques, o con sus cuerpos sin vida yaciendo entre sus manos, son expresión de la realidad de la guerra civil, transformada en icono de la cultura hispana.

Le Pelerin. 21 de Noviembre, 1937, núm 3165.
Las fotografías de las víctimas del bombardeo de Lérida fueron publicadas entre otros medios en Le Pelerin  [21 de noviembre de 1937, núm. 3165] suministradas por el servicio fotográfico del NY Times. El ataque aéreo tuvo lugar el 2 de noviembre de 1937 sobre la ciudad de Lérida. [Fuente]

Imágenes como esas ilustraron muchas crónicas; como la del periódico L´Humanité:






20 Morgue

(30 de enero de 1938); niños muertos por los efectos de los bombardeos sobre la población civil. Archivo fotográfico del Arxiu Històric de la Ciutat, Barcelona.
Los cuerpos de los niños sin vida se alinean junto al inicio de una escalera. Es la consecuencia de los ataques aéreos contra la población civil. [En construcción]

Fotografías de Agustí Centelles – Crónica– Marzo, 1938.



22 Horror

Siguiendo a Verónica Sierra* es posible que en los tres años del conflicto murieran por diferentes causas 414.000 niños, según cifras de Ramón Salas Larrazábal, y que alrededor de 30.000 niños fueran evacuados hacia otros países (Francia, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Dinamarca, Rusia y México) La guerra y el hambre estaban por medio, y no es extraño encontrar continuas referencias a la comida en las cartas que los niños remiten a sus familias.

Las imágenes de los cuerpos de los niños fallecidos a causa de los ataques aéreos sobre Tortosa forman parte del artículo de la revista Regards y son empleadas para dar cuenta de una parte de la realidad de la guerra y de la infancia. El empleo de la composición que hace uso de las imágenes en primer plano de los cadáveres destrozados con los números, para significar la magnitud del hecho. Una dimensión que se apoya en dos imágenes con planos generales del espacio donde se han depositado los cadáveres de las víctimas.  



La imagen que forma parte de la exposición fue empleada por el Ministerio de Propaganda de la República para mostrar los resultados de los bombardeos aéreos sobre la población civil. 

En el número 198 de Regards del 28 de octubre de 1937, en la noticia que da cuenta de los bombardeos sobre Barcelona se incluye la imagen de uno de los niños víctimas del ataque. «Le 1º Octobre, trois Escadrilles fascistes ont bombarde la population civile de Barcelone, et notamment des Ecoles Primaires. La majorité des victimes furent des enfants.»

[* Palabras huérfanas. Los niños exiliados en la guerra. Madrid: Taurus 2009]  

23 Sinrazón

El cuerpo de un bebé yace destrozado junto al de su madre. Fueron el objeto de atención del fotógrafo que centró su objetivo en ellos para acentuar la tragedia civil de aquella guerra. La banalidad de del mal es una idea ingeniada por Hanna Arendt para definir la sinrazón humana que permite que un individuo normal participe como genocida renunciando a su conciencia al acatar las órdenes de la superioridad.

Una idea, la de la banalidad del mal, que sigue siendo de aplicación para cada una de las víctimas de los conflictos que asolan la realidad. Aunque reconocerlo, admitirlo y darle alguna solución no forma parte del comportamiento humano, por más que los hechos se obcequen en demostrar lo que somos, pues seguimos definiéndolas como conductas inhumanas.

Vivir bajo las bombas. Fuente.
La imagen de la exposición, apareció publicada en las páginas de la prensa francesa

24 Dolor

La imagen puede corresponder a la celebración en la plaza de toros Monumental de Barcelona, en la noche del 7 al 8 de marzo de un acto con motivo de la semana de Madrid y Jornada de la Mujer antifascista, en la que las crónicas dan cuenta de la intervención de un niño madrileño refugiado en Barcelona que dijo: "Camaradas: Los niños refugiados os agradecemos lo que hacéis por nosotros, pero os pedimos que hagáis más, mucho más, para que podamos volver pronto al lado de nuestros padres". Poco después, un oficial de la Escuela Popular de Guerra se acercaba al micrófono para decir: "Te prometo niños, que nosotros, los oficiales republicanos, derramaremos hasta la última gota de sangre, hasta conseguir la derrota de los asesinos que intentan asaltar Madrid". Durante la intervención del presidente de la Generalitat, Lluis Companys, la prensa recoge en su discurso: "Ha hablado con palabras rotas por el sollozo de un niño de Madrid, que tenemos refugiado entre nosotros. Ahora se acerca a mí, y a través de los hilos invisibles podréis escuchar que voy a darle un beso". "El público –continúa la crónica– en medio de una emoción indescriptible, guardó silencio mientras el presidente de la Generalitat besaba al niño. La multitud no pudo reprimir la emoción" .[ABC, 09.03.1937, p. 12]

Existe una fotografía tomada por Gerda Taro en Barcelona en el mismo escenario; una de las tribunas de la plaza de toros, en la que un niño aparece junto a su padre uniformado como miliciano.

Republican Militianman and Child at Bullfight and Military Show. Barcelona. Fuente.


De Madrid hemos recuperado estas imágenes para dar cuenta también de la vida cotidiana de la infancia captada por los reporteros de prensa. Las niñas cuidan de una lata cerca de las brasas junto a las que el grupo de niños se calienta.



Mujeres, niñas, ancianos y niños son los protagonistas de una parte del reportaje gráfico. Son además las víctimas más vulnerables entre la población civil. 

Plaza del Carmen:




25 Huida

En la fotografía aparece la familia Galindo Oliva de Tardienta huyendo del combate. Las mujeres y niños de la familia, junto a las pocas pertenencias que han podido reunir, corren por un polvoriento camino. La imagen que insertamos aquí fue publicada en periódico Última Hora, 1936. Procede del Patrimonio cultural de la Universidad de Zaragoza.

Tardienta. Agosto 1937. Fotografía: Agustí Centelles.

La imagen se tomó en el frente de Aragón, en la localidad de Tardienta, y muestra a un grupo de mujeres y niños andando por medio de una carretera. La prensa francesa a través de Regards, se hacia eco de aquella realidad.

Portada del ejemplar de Regards de 2 de diciembre de 1937

Durante la guerra civil, en la geografía defendida por las fuerzas de la República, a fin de alejar a la infancia del conflicto, se procedió a evacuar grupos de menores hacia países europeos, donde se se fueron creadas colonias de acogida.

La ofensiva militar en el frente Norte en septiembre de 1936 llevó a organizar una primera expedición de pequeños grupos de niños que partieron hacia Francia. Fueron alrededor de 7.000 menores (6.000 procedentes de Madrid, Valencia y Cataluña y unos 1.000 de Bilbao, Santander y Gijón). Hacia Bélgica   Suiza e Inglaterra partieron cerca de 4.000 niños vascos.

El país de acogida mayoritario fue sin duda Francia, que acogió cerca de 20.000 niños, seguido de Bélgica con unos 5.000, Inglaterra, que acogió a 4.000, y la URSS unos 2 900 niños.

A mayor distancia, Méjico (455), Suiza (450) y Dinamarca (100). Suecia, Noruega y Holanda no acogieron niños, pero financiaron el sostenimiento de colonias en territorio francés.

AñUn grupo de niños españoles refugiados en Veracruz. Archivo General de México. Enlace.
De total de unos 34.000 niños entre cinco y quince años de edad, que fueron evacuados durante la guerra civil, una parte (algo más de la mitad) regresaría a España, incluso antes de que terminara la guerra; otros tardarían algo más.

Muchas de las familias de aquellos niños acabaron por que abandonar España en su mayor parte por su compromiso político. Para muchos de aquellos niños la separación prolongada en el tiempo, acabó disolviendo los vínculos con la familia. De hecho, el efecto emocional de la separación no dejó de generar temor e inseguridad, en especial en el caso de la figura de la madre.

Ficha de evacuación de Isidro San Baudelio Echevarría emitida por el Departamento de Asistencia Social de Euzkadi, 1937. Centro Documental de la Memoria Histórica, Salamanca.

Por otra parte, la infancia llegó a ser utilizada como elemento de propaganda. No faltaron las de niños saliendo desde distintos puertos hacia colonias europeas o americanas.

Desde ese bando la salida de menores se identificó  como un «robo» y su vuelta a casa se consideró una acción estratégica, aireada en carteles como el siguiente: "La España rota y roja te arrebató ese hijo. La España de Franco te lo devuelve. Ellos y nosotros cumplimos nuestros designios diversos. Ellos destruyen la familia. Nosotros edificamos la sociedad sobre ella". (Constenla, 2009)

Regreso de un grupo de niños y niñas tras el final de la guerra civil. Auxilio Social. 


26. Éxodo

[Reforma] Capa Málaga

Los niños salieron hacia otros países de acogida. La exposición "Entre España y Rusia. Recuperando la historia de los Niños de la Guerra" fue una muestra para dar a conocer la vida de los niños que vivieron durante la Guerra Civil española y que tuvieron que exiliarse a la antigua Unión Soviética para sobrevivir al conflicto bélico en España.

Rivas enseña en una muestra la vida de los niños exiliados en la Guerra Civil

Son un gran número de imágenes las que han reflejado las distintas partidas que marcaron la separación de muchas familias.



Serie refugiados de la Guerra Civil española. El Diario Cántabro. Enlace



Enlace: Exposición "Los niños de la Guerra"
Los niños de la Guerra Civil. Alicia Alted Vigil. UNED. 2003 Madrid
A collection of 60 drawings made by Spanish children during the war; (1938). (Colección de 60 dibujos hechos por niños españoles durante la Guerra Civil) Aldous Huxley

27 Refugiados

Fernando Olemda en su obra: Gerda Taro, fotógrafa de guerra. (Editorial Debate) da cuenta del paso por Almería de Gerda Taro y Robert Capa:

"En Almería fotografían las consecuencias de la cruel ofensiva comandada por el general Queipo de Llano. Ven ancianos, mujeres y niños en estado de shock, desesperanzados e indefensos, durmiendo en las aceras, doloridos por el viaje. Las autoridades tratan de aliviar la situación dando salida a través de autobuses, trenes y barcos. Gerda fotografía armamento y tripulación del acorazado Jaime I, el más importante de la flota republicana, que había sufrido el primer ataque aéreo de la guerra. Deciden avanzar por la costa, en sentido contrario al éxodo, y llegan a Calahonda, donde se unen al Batallón Tchapaiev y al Batallón español Otumba. Se publican dos fotos de Gerda en Regards. En una aparece una familia con todos sus enseres cargados a lomos de un asno. En la otra, una mujer transporta un saco de avituallamiento a lomos de un caballo blanco. Su esbelta figura transmite a los lectores una sensación de fortaleza que no se corresponde con el sufrimiento de la población civil.
En ruta hacia Madrid, atraviesan el frente del Jarama y el cuartel general de operaciones de las Brigadas Internacionales en Morata de Tajuña."



Niños evacuados de Madrid

A finales de septiembre de 1936 la vanguardia del ejercito sublevado está en las proximidades de Madrid. El Ministerio de Instrucción Pública y las autoridades municipales, ante el peligro de los bombardeos, aconsejan evacuar a  los niños, con el consentimiento familiar o de sus responsables, a las zonas de España más seguras, en esos momentos la zona de Levante. Dentro del riesgo que suponen, los desplazamientos desde Madrid y otras zonas de España  de manera bastante organizada y con todas las garantías. Junto a los niños se trasladan equipos de educadores y personal asistencial.









21 Víctimas

Susan Sontag se atrevió a indagar en la infamia humana de esa realidad indeleble que encierra la imagen del horror. En su obra Regarding tha pains of others (2003), cuenta que un eminente abogado de Londres preguntó a Virginia Wolf ¿cómo podemos acabar con la guerra?. Esa respuesta dió origen su obra Tres Guineas que fue redacta en el invierno entre 1936 y 1937 a lo largo de los primeros meses del conflicto español. La escritora inglesa lo hace mirando imágenes de la guerra. En su respuesta alude a la contradictoria idea de que no somos monstruos instruidos sino seres faltos de imaginación y empatía.

De la guerra civil española, Susan Sonntag mantiene que fue la primera «atestiguada por un cuerpo de fotógrafos profesionales en la línea de acciones militares y en los pueblos bombardeados, cuya labor fue de inmediato vista en periódicos y revistas de España y el extranjero»  y fue una de las primeras donde la población civil se tomó también como objetivo militar.

Al igual que la narración no puede dar cuenta objetiva y completa de la realidad, la imagen fotográfica es la «expresión de un hecho» que para Sonntag son «registro objetivo y testimonio personal, transcripción o copia fiel de un momento efectivo de la realidad y de la interpretación de esa realidad: una hazaña que la literatura ha ambicionado durante mucho tiempo, pero que nunca pudo lograr en este sentido literal.»

El de España fue uno de los  primeros conflictos modernos en los que se fijaron objetivos civiles como parte de la estrategia militar. La cobertura comprometida que Robert Capa, Gerda Taro y Robert Seymour –Chim– entre otros reporteros, hicieron de la tragedia de España marcó el nacimiento de la fotografía de la guerra moderna. La dimensión humana de su trabajo refleja la incertidumbre y el temor de los reclutas adolescentes o el desarraigo de las familias refugiadas.

28 Evacuados

Refugiados Españoles – Walter Rosenblum

Walter Rosenblum, miembro de la Photo League, cooperativa fotográfica que agrupa el documental social y comprometido en Estados Unidos entre 1936 y 1951, y heredero del trabajo de Lewis Hine y Paul Strand, representa un documentalismo fotográfico de crítica social.  


Woman and Children (Mujer y niños).

En esta serie, el fotógrafo aborda el desplazamiento masivo de los 500.000 republicanos españoles que en 1939, huyendo de la violencia y la persecución, se refugiaron en las instalaciones para los desterrados de la Guerra Civil española en Toulouse. 

Caring for the Family (Cuidando a la familia)

Caring for the Family (Cuidando a la familia).


Washday (Día de colada).


Father and Son (Padre e hijo). 


Family at Dinner (Familia cenando).


Living Quarters (Alojamiento)


Political Meeting (Reunión política). 



Washing Clothes (Lavando ropa).


Story Hour (Clase de historia).


Spanish Refugee Children (Niños refugiados españoles).



Varios miles fueron enviados a Mauthausen y otros campos de concentración alemanes, donde fueron tratados como criminales. Se consideró una de las primeras crisis de refugiados del mundo, contando con una amplia cobertura en los medios de comunicación. La serie se publicó por vez primera en 1946 en Christian Register, y fue utilizada con posterioridad en la recaudación de fondos para la Unitarian Service Committee Documentation, llegando incluso a ilustrar la portada de The New York Times.

En esta serie, que contribuyó a recordar al público estadounidense la causa de los refugiados españoles, Rosenblum se ocupó sobre todo de la gente, a la que retrata desde una mirada humanista y cercana. A diferencia del tratamiento otorgado por Robert Capa o David Seymour «Chim», quienes proyectaban el sufrimiento colectivo y abstracto de las víctimas de la Guerra Civil, Rosenblum rinde homenaje a los desplazados, devolviendo la dignidad a los protagonistas de las fotografías.

Salvador Nadales