miércoles, 28 de abril de 2010

Gestión (pública) de la Escuela (pública)

La doble oferta de escuelas sostenidas con fondos públicos (públicas y privadas subvencionadas) parece ya inamovible. España es el tercer país europeo con m0nos porcentaje de alumnos en la escuela pública en Primaria y Secundaria (ver gráfico). Ante esa situación, y ante los malos resultados de abandono escolar y de conocimientos de los alumnos, la pregunta sería cuál de ellas funcionan mejor o cómo pueden funcionar mejor las dos juntas, teniendo en cuenta que el análisis de costes y resultados en Educación no puede separarse del hecho de que la enseñanza obligatoria es un derecho fundamental.

El gasto por alumno en centros públicos y concertados es de 5.228 euros, y sólo en la pública es de 6.208, por lo tanto, la concertada sería más barata para la Administración. Pero la diferencia se matiza porque en la concertada hay más alumnos por clase, que sus docentes cobran algo menos que en la pública y trabajan más horas; que la mayoría de estudiantes más difíciles de atender y, por los tanto, más caros (inmigrantes y con necesidades especiales) están en la pública, y que esta llega además a todos los ricones, como las zonas rurales (con menos niños y más dispersos, por lo tanto, más caro).

lunes, 26 de abril de 2010

Educación como inversión

El nivel de gasto público de España en educación es inferior a la media de la OCDE, pero las estrecheces presupuestarias como consecuencia de la crisis dificultan la mejora. En un momento de economía de guerra, el sistema debe mejorar la eficiencia de sus recursos y atajar lacras como el abandono escolar. Las administraciones y el mundo universitario también exploran nuevas vías de financiación

Las personas, en el idioma del hombre económico, se llaman capital humano. Y que este capital sepa leer, escribir, sumar, e incluso tenga una titulación superior que le haya enseñado a hacer cosas complejas resulta imprescindible para mejorar la competitividad de la economía y rentable para las arcas públicas, que en el futuro tendrán que gastar menos prestaciones para el individuo formado -tendrá mejor salud y mejores ingresos- y recibirá más pastel de sus impuestos.

lunes, 19 de abril de 2010

Teatro Universitario / La Barraca / Federación Universitaria Escolar

Federico García Lorca era uno de los directores artísticos de la compañía de Teatro Universitario, La Barraca. Hay bastante literatura sobre este tema. Algunas imágenes y pocos metros de filmación. Es probable que uno de los pueblos que aparece sea Burgohondo, que la filmación tenga el toque de Val del Omar -innovador sin par en materia de documentales- 



Hay muy pocas imágenes filmadas de esos años. Alguien debió ensañarse con los noticiarios, con las personas, con la cosa pública del momento. De aquella transición sosegada y jovial de los primeros días de abril apenas conocíamos más que la filmación de la plaza del Sol llena de tranvías atiborrados de ciudadanos que a pie y sin miedo alguno acudían al centro de la Villa con la inquietud de vivir y sentir aquel momento histórico. Hace algunos años, en Priego de Córdoba, ciudad natal de Niceto Alcalá Zamora, se descubrió la cinta que contenía la filmación del protocolo que precedió al solemne nombramiento o toma de posesión, como Presidente de la República.



La encontraron por accidente en la casa del que fuera Alcalde republicano. Heredero de una imagen cautiva de la historia que por fin puede ser mostrada con naturalidad recuperando su lugar en nuestra memoria. Dando por fin cuenta de lo que un día sucedió. Este tema de los iconoclastas es bueno para partidarios como desahogo y acto justo, pero sin duda acaba por ser un bálsamo para los detractores, porque al cabo, la mayor parte de la veces al borrar lo evidente, se impide mirar al fondo de los problemas de la memoria.   Nadie se preocupa por lo que desconoce. La ausencia de visibilidad impide cuestionar, preguntarse el porque de aquello que se percibe. También impide al cicerone asir realidad tangible a la que hilar el discurso sobre el paso del tiempo. Algunos piensan que suprimiendo lo que se ve, se evita sacar a la luz lo intangible, y esa es la patología de nuestra memoria y de nuestra historia. Su terapia, la de San Pablo, que venía a sentenciar aquello tan poco cumplido nunca, no por perseguido: "la verdad os hará libres".

Notas de trabajo JL. Rubio Mayoral / 10

Universidad Internacional de Verano (Santander). "Aquellos primeros cursos para extranjeros"

Cuando el 23 de agosto de 1932, el Presidente de la República española firmó el Decreto del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, presentado por Fernando de los Ríos, Ministro a la sazón de Instrucción Pública y Bellas Artes, quedó constituido por primer a vez en España un centro para impartir lecciones, concebido como Universidad Internacional de Verano. Tenía como función primordial dedicarse a la enseñanza de la cultura internacional e interregional, sin facultad para expedir títulos profesionales. Se eligió como sede, el Palacio de La Magdalena, antigua residencia de la familia real, desde 1913 hasta 1931, lugar que se habilitó después por la República para el nuevo destino universitario.

Becarios de la Universidad de Sevilla (julio de 1933) 
MADARIAGA DE LA CAMPA, Benito. "La Universidad Internacional de Verano en Santander (1933-1936). 
Guadalajara : Universidad Internacional Menéndez Pelayo, 981. p.258

Entre los fines que recogía el citado Decreto, uno de ellos era “atraer a los estudiantes extranjeros interesados por las cuestiones españolas, ofreciendo cursos de civilización y literatura españolas, particularmente adecuados a este objeto”. Las enseñanzas se complementaban con los cursos y conferencias generales que se daban, en este último caso, en el Paraninfo y a los que acudían profesores y estudiantes.


Los Cursos para Extranjeros ya existían en España en diversas localidades y gozaban de especial renombre los del Centro de Estudios Históricos de Madrid. Santander tenía, a su vez, una antigua tradición en estos cursos, celebrados durante el verano, que se remontaban a 1900. En 1921 el hispanista E. Allison Peers, de la Universidad de Liverpool, comenzó a traer estudiantes ingleses interesados por el idioma y la cultura españolas. Por su parte, la Sociedad de Menéndez Pelayo proyectó en 1923 sus propios cursos de extranjeros que, con el tiempo, adquirieron difusión europea hasta que la Universidad los incluyó en sus programas estivales. Algunos de sus profesores procedían del Centro de Estudios Históricos y otros eran intelectuales de Santander, de los cuales pasaron unos pocos a impartir después las clases en la Universidad de La Magdalena, como también se la llamó. Son menos conocidos los Cursos de verano en Santander organizados por la Junta Central de Acción Católica en el Colegio Cántabro, en la finca ocupada actualmente por el Hospital Universitario de Cantabria, sede que se inauguró en 1917.Era el Rector de estos cursos el Marqués de Lozoya. La mano ejecutora era el santanderino Angel Herrera Oria, presidente Nacional entonces de Acción Católica. Fue una Universidad paralela a la de La Magdalena y funcionó también hasta 1936 con cursos fundamentales y los especializados en pedagogía, historia y literatura, Derecho, Arte y Música. En su profesorado había conferenciantes en su mayor parte miembros de la jerarquía religiosa o ligados a ella, como José María de Pemán, el P. Nemesio Otaño, José Miguel de Barandiarán, Joaquín de Entrambasaguas, José López Ibor, Pedro Gómez Aparicio, José Barcia Goyanes, Pedro Laín Entralgo e invitados extranjeros de universidades católicas. La relación entre las dos universidades prácticamente no existió y ambas prefirieron ignorarse, aunque no contendieron entre ellas.

Conferencia de Benito Madariaga 
Cronista oficial de Santander
Ciclo de conferencias ‘75 años de la UIMP y Santander’


miércoles, 14 de abril de 2010

14 de Abril

En 1931 se agotaba un período de la historia política hispana dando paso a la primera transición hacia un modelo de democracia parlamentaria sin presencia de la monarquía. Los resultados de las elecciones municipales daban paso a una República con demasiados problemas pendientes y no pocos apuros económicos e ideológicos. Uno de los más importantes, la enseñanza. El Estado apenas se había ocupado de ella, si bien durante el periódo de Dictadura se había emprendido una significativa labor de construcciones escolares en la idea de elevar la cultura del pueblo y dismuir la lacra de analfabetismo que caracterizaba a la población hispana. Si el Estado renuncia o no es capaz de hacer frente a sus obligaciones, la inciativa privada es la única capaz de dar satisfacción a la rala demanda privada de educación. Años de abandono llevaron a la población a un estado de incultura y analfabetismo patético. La enseñanza se convertía en un bien al alcance de unos pocos. La enseñanza media se concentraba en capitales de provincia o poblaciones singulares por su trama económica y social. Consituido el primer Gobierno de la flamante república, Miguel de Unamuno, es designado presidente del Consejo de Instrucción Pública. El primer ministro, Marcelino Domingo, le traslada de inmediato la necesidad de elaborar una ley de educación que tuviera por finalidad la de “instituir la escuela única en España”. En la segunda transición política, la realidad se superponía al deseo, y el artículo 27 de la Constitución de 1978, estampa con esmero quirúrgico los delicados principios que han de regir el sistema de enseñanza, adaptándose a una realidad desarrollada con diplomacia "vaticana" y realismo Keynesiano en la LODE.



En 1931 la "escuela única" anula al resto de condicionantes. Bien pensado, esa escuela, con independencia de su gestión, había de estar con el nuevo modelo de gobierno, y contribuir sin reticencias o enfrentamientos inútiles al fin de la extensión de la cultura a toda la sociedad. El Estado, desde una perspectiva financiera, no estaba en condiciones económicas ni políticas factibles para reconstruir por completo esa compleja realidad. Guiado por las ideas, Marcelino Domingo le pide a Unamuno, que elabore un anteproyecto basado en la “instrucción primaria gratuita, obligatoria y laica, en la igualdad de clases y sexos en la instrucción y educación, en la selección de los mejor dotados sin consideración de fortuna, y en la cultura completa y gratuita de ellos como medio único de elevar el país moral, intelectual y económicamente”. El Consejo encargó a Lorenzo Luzuriaga la elaboración de unas bases para el anteproyecto de ley, concretadas en estos puntos:

“1. La educación pública es esencialmente función del Estado. No se excluye, sin embargo, a la enseñanza privada, siempre que ésta no persiga fines políticos o confesionales partidistas.
2. La educación pública es laica o extraconfesional. Si las familias de los alumnos lo solicitaran, el Estado podrá facilitar medios para la educación religiosa fuera de la escuela (subvenciones a sacerdotes, libros, locales, etc.).
3. La educación pública es gratuita.
4. La educación pública tiene un carácter activo y creador. Se organizarán con carácter permanente cursos de perfeccionamiento para los maestros y profesores en ejercicio.
5. La educación pública tiene un carácter social. Han de atender a todas las necesidades educativas del niño, del joven y del pueblo. (…) Los centros educativos han de ser también verdaderas comunidades sociales,, implantándose en ellos, en la medida de lo posible, la autonomía de los alumno, llamando a colaboración los padres, estableciendo relaciones con las entidades profesionales y culturales de la localidad, etc., para dar una mayor vitalidad a la educación.
6. La educación pública atiende por igual a los alumnos de uno y otro sexo. Para ello, es esencial el establecimiento de la coeducación en todos los grados de la enseñanza.
7. La educación pública constituye una unidad orgánica. Dentro de ella existen tres grados esenciales íntimamente relacionados de suerte que pueda pasarse fácilmente de unos a otros.
8. La educación pública atenderá a la cultura de los adultos.
9. El Magisterio de todos los grados de la educación constituye un todo orgánico. a) Preparación equivalente, no igual, la más alta posible para todos los docentes. Los profesores secundarios y universitarios recibirán también una preparación pedagógica, de la que hoy oficialmente carecen. c) Una remuneración equivalente, en cuanto se trate de la función exclusivamente docente y no de la científica o de investigación, que se pagará aparte”.

Notas de trabajo. Rubio Mayoral / 10

domingo, 11 de abril de 2010

Una poderosa fuerza secreta


Este libro colectivo, publicado por la Editorial Española, S. A. (Padre Larroca, número 9, San Sebastián) en 1940, fue impreso en Madrid, según dice el pie de imprenta («Imprenta Tradicionalista, Ibiza 11, Madrid»). En la contracubierta figura el escudo de la editorial y el «Precio: siete pesetas». Ofrece un total de veinte trabajos organizados en cinco partes. Todos los trabajos van firmados, pero en tres casos mediante pseudónimos o siglas («Uno que estuvo allí», «Hernán de Castilla», «X. Y. Z.» –de quien se dice que es catedrático de universidad–). 


Del resto de los autores (se advierte una notable presencia de nombres vinculados a la ciudad de Zaragoza, hecho al que no será ajena la circunstancia de que la Comisión para la Depuración del Personal Universitario –Comisión A–, creada por Decreto publicado en el BOE de 11 de noviembre de 1936, que fue presidida por Antonio de Gregorio Rocasolano y de la que fue secretario Ángel González Palencia, hubiera establecido con anterioridad su sede en esa ciudad), la mayor parte ya bien conocidos antes de la guerra civil, se hacen figurar en el libro, de forma detallada, para que se perciba bien la jerarquía de quienes escriben, los cargos que ocupan, en algunos casos puestos relevantes en la reorganización administrativa española de la postguerra: Miguel Artigas (Director general de Bibliotecas y Archivos, Director de la Biblioteca Nacional y Académico), Antonio de Gregorio Rocasolano (Catedrático de la Universidad de Zaragoza, Vicepresidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Miguel Allué Salvador (Catedrático y Director del Instituto de Zaragoza), Miguel Sancho Izquierdo (Catedrático de la Universidad de Zaragoza), Benjamín Temprano (Catedrático), Carlos Riba (Catedrático de la Universidad, Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza), Domingo Miral (Catedrático de la Universidad de Zaragoza), José Talayero (Maestro Nacional), Ángel González Palencia (Catedrático de la Universidad Central, Académico de la Lengua), Luis Bermejo (Catedrático y ex Rector de la Universidad Central), José Guallart y López de Goicoechea (Profesor de la Universidad de Zaragoza, miembro del Consejo Superior de protección de menores), Romualdo de Toledo (Director general de Primera enseñanza), Juan de Contreras, Marqués de Lozoya (Catedrático de la Universidad, Director general de Bellas Artes).

Tres de estos autores, Antonio de Gregorio Rocasolano, Ángel González Palencia, y Romualdo de Toledo Robles, intervienen en el libro con dos trabajos cada uno de ellos (los dos primeros, como se ha dicho, habían sido presidente y secretario del tribunal de depuración de Zaragoza). Además, abren y cierran el libro Miguel Artigas Ferrando y Ángel González Palencia: ese mismo año, el 30 de junio de 1940, coincidieron ambos en la Real Academia Española, contestando Artigas el preceptivo discurso que, en la ceremonia de recepción como académico, hubo de pronunciar Ángel González Palencia para tomar posesión del sillón k (vacante al haber fallecido don Armando Palacio Valdés en plena guerra).



viernes, 9 de abril de 2010

Estudios universitarios en Andalucía {1}

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, presidirá hoy en Jaén la reunión del pleno del Consejo Andaluz de Universidades (CAU) en la que se aprobará el nuevo mapa de titulaciones superiores que se creará para el próximo curso 2010-2011 en cada una de las facultades de la comunidad autónoma.

miércoles, 7 de abril de 2010

Historia Natural. Ciencias en la Hispalense

El Gabinete de Historial Natural

El Gabinete de Historia Natural de la Universidad de Sevilla fue creado por Antonio Machado hacia 1850, poco después de haber tomado posesión de la Cátedra de Mineralogía y Zoología (curso 1846-47), probablemente como una necesidad derivada de las enseñanzas de esas materias.

Antonio Machado y Núñez

El Museo se inicia con dos cajones de minerales procedentes de la Escuela de Medicina de Cádiz, pero pronto lo enriqueció con donaciones personales y con adquisiciones que realizaba en París, adonde acudía en vacaciones para mantenerse al día de los progresos científicos y para reunirse con exiliados que preparaban la revolución de 1868, la “Gloriosa”. Junto con minerales, colecciona aves disecadas procedentes de las marismas del Guadalquivir de Cádiz y Huelva. Con Machado colabora Romualdo González Fragoso, médico sevillano, que le reorganiza el herbario, que se incluye en el Museo. Como nota curiosa indicar que este Museo se crea un año antes que el Museo de Ciencias de Londres.

Gabinete de Historia Natural

El Gabinete de Historia Natural fue en la Sevilla de finales del siglo XIX un foco de actividad científica, visitado tanto por españoles como extranjeros. Allí se formaron geólogos y botánicos, y al mismo tiempo se desplegó una gran actividad para la creación de parques y jardines botánicos.

Calderón

Desde entonces la historia del Museo ha estado unida a la de la Cátedra de la que dependía. Cuando Machado dejó vacante la Cátedra al trasladarse a la Universidad Central, la ocupó por oposición en 1884 Salvador Calderón y Arana, geólogo que también trabajó en Botánica y Zoología. Calderón completó las colecciones con nuevos hallazgos de la provincia de Sevilla e inició la formación de una colección regional de rocas, fósiles y minerales con indicaciones precisas de las procedencias y yacimientos. En esta labor contó con la colaboración de Macpherson. Además creó un laboratorio de ensayos mineralógicos y preparaciones microscópicas. Organizó una sección en Sevilla de la Real Sociedad de Historia Natural y celebraba reuniones mensuales con la presentación de comunicaciones. Así, en el Museo se crea una gran actividad científica que continuará hasta después de su ida a Madrid (1895). En esta época se llegaron a registrar 700 ejemplares, y el Museo fue un ejemplo único en España, inclusive establece intercambios con el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.

Salvador Calderón y Arana

Entre la etapa de Calderón y la de Francisco de las Barras de Aragón, que ocupó la Cátedra vacante de Historia Natural (Mineralogía, Botánica y Zoología) en 1913, pasaron por Sevilla Serafín Sanz Agud, entomólogo, y Félix Gila Hidalgo, que apenas realizaron una ampliación de los fondos del Museo. Durante el tiempo en que Barras de Aragón ocupó la Cátedra (hasta 1919), las colecciones estaban al cargo de Pedro de Castro Barea, que era esencialmente un mineralogista. Cuando en 1922 Castro ocupa la Cátedra, el Museo vive uno de sus mejores momentos, revitalizado con piezas importantes y con una colección de secciones pulidas de las menas de Riotinto. En 1918 escribió inclusive un artículo relativo a los minerales de Andalucía del Museo.


Facultad de Ciencias

Castro es expulsado de la Cátedra durante la guerra civil y rehabilitado en 1944, ocupando entonces la Cátedra de Botánica, ya que la de Historia Natural, denominada ahora de Geología, estaba ocupada por Eduardo Alastrué del Castillo (hasta 1952). A partir de esta fecha, pasan por Sevilla José Luís Amorós (1954-55), de nuevo Alastrué (1956-1969) y Modesto Montoto (1970-71). Para todos ellos el Museo no es objeto de interés especial. Lo más importante y penoso es el traslado del Museo con la Facultad de Ciencias desde la Calle Laraña a la Antigua Fábrica de Tabacos. Con el traslado se pierden muchas de las mejores piezas del Museo (según se desprende al cotejar los inventarios que se conservan). En especial las pérdidas afectan a las colecciones biológicas y a muchos minerales de gran valor. Estas pérdidas pudieron ser mayores si no intervienen Alastrué y M. Socorro Vicente, Profesora Adjunta entonces. Un variado grupo de animales disecados y una parte de las colecciones de malacología con un difícil trabajo de catalogación esperan aún ser puestos en valor, además de una colección de modelos anatómicos de Les fils d'Emile Deyrolle, París y algunas vitrinas.

Con la creación de la Sección de Biología en la Facultad de Ciencias, se desmantela el Museo y no se vuelve a instalar hasta 1976, durante la época de Ramón Coy Yll como Catedrático, ahora de Cristalografía y Mineralogía. Además se nombra Conservadora a Encarnación Carmona.

En el periodo 1982-1994, se reordenan las colecciones, se identifican piezas dudosas por técnicas modernas, se hace un nuevo inventario, se adquieren nuevos ejemplares (por donaciones y compras), y se publica la Guía del Museo (1993), bajo la dirección del Catedrático Emilio Galán Huertos. En 1994 se ubica el Museo en Naturaland, en el Pabellón de Aragón de la Exposición Universal de Sevilla. Este proyecto ambicioso de la Consejería de Educación y Ciencia fracasa y los fondos del Museo son nuevamente almacenados. Entre 1995 y 1998 el Museo (ahora en cajones) sufre un periplo por distintos centros, hasta que la Universidad decide recuperarlo y almacenarlo, ante la falta de espacio para su exposición. No obstante en estos años se ha editado el Inventario actualizado (2002) y se ha fotografiado y digitalizado la piezas más significativa, gracias a una ayuda de la Consejería de Medio Ambiente, para intentar hacer un Museo Virtual.


A pesar de las múltiples negociaciones con el Ayuntamiento de Sevilla, la Consejería de Medio Ambiente y la Consejería de Cultura, no se ha conseguido su reinstalación. Esto supone un fracaso de la Universidad de Sevilla y del que estas líneas escribe. Recientemente, en 2008, se ha constituido la Asociación “Antonio Machado Núñez - Amigos del Museo de Geología de la Universidad de Sevilla", cuyo primer objetivo es “promover la reapertura de la exposición y acceso al público de los contenidos del Museo de Geología de la Universidad de Sevilla por su importancia como patrimonio científico e histórico.

En la actualidad el Museo consta de aproximadamente 1700 minerales, 500 rocas, 1500 fósiles y 17 meteoritos, que incluyen colecciones sistemáticas, y otras colecciones de particular interés por su belleza, historia, etc. Posee además dos inventarios del Siglo XIX, y otro del XX.


Emilio Galán Huertos
Dpto. de Cristalografía, Mineralogía y Química Agrícola, Universidad de Sevilla

martes, 6 de abril de 2010

Cervantes y la Universidad en el edificio de Laraña


Cuando la Universidad se trasladó desde Santa María de Jesús, en la puerta de Jerez hasta los edificos desamortizados a los Jesuitas en la calle Laraña, heredó también la mención que en su momento hiciera Cervantes de aquella casa profesa. Queda un azulejo en la fachada de la Iglesia aneja, de la Anunciación


EL PRÍNCIPE DE LOS INGENIOS ESPAÑOLES
MIGVEL DE CERVANTES SAAVEDRA
MENCIONA EL “ESTVDIO DE LA COMPAÑÍA DE JESVS”
ESTABLECIDO EN ESTAS CASAS, HOY VNIVERSIDAD LITERARIA,
EN LA NOVELA EJEMPLAR
COLOQVIO DE CIPIÓN Y BERGANZA

La ubicación original del azulejo no fue ésta, sino la fachada del antiguo edificio de la Universidad. Hubo una remodelación en la década de los años treinta, en la que  es posible que se trasladara el azulejo hasta el actual emplazamiento. Más tarde, el edificio fue remodelado por completo para transformarlo en la actual Facultad de Bellas Artes. De la fachada anterior a la remodelación de los treinta queda una imagen en la fototeca de la propia Universidad, en la que se puede apreciar donde estaba colocado.



Antiguo lugar del azulejo, entre la primera y la segunda ventanas a la derecha de la puerta principal.



Segunda fachada de la Universidad de Sevilla a partir de la remodelación realizada en los años treinta, previa al actual edificio. El azulejo se mantiene en el lugar en que debió ser colocado cuando se acometió la reforma de la anterior.
(Notas de trabajo. JL. Rubio Mayoral /10)