viernes, 20 de mayo de 2016

21 Víctimas

Susan Sontag se atrevió a indagar en la infamia humana de esa realidad indeleble que encierra la imagen del horror. En su obra Regarding tha pains of others (2003), cuenta que un eminente abogado de Londres preguntó a Virginia Wolf ¿cómo podemos acabar con la guerra?. Esa respuesta dió origen su obra Tres Guineas que fue redacta en el invierno entre 1936 y 1937 a lo largo de los primeros meses del conflicto español. La escritora inglesa lo hace mirando imágenes de la guerra. En su respuesta alude a la contradictoria idea de que no somos monstruos instruidos sino seres faltos de imaginación y empatía.

De la guerra civil española, Susan Sonntag mantiene que fue la primera «atestiguada por un cuerpo de fotógrafos profesionales en la línea de acciones militares y en los pueblos bombardeados, cuya labor fue de inmediato vista en periódicos y revistas de España y el extranjero»  y fue una de las primeras donde la población civil se tomó también como objetivo militar.

Al igual que la narración no puede dar cuenta objetiva y completa de la realidad, la imagen fotográfica es la «expresión de un hecho» que para Sonntag son «registro objetivo y testimonio personal, transcripción o copia fiel de un momento efectivo de la realidad y de la interpretación de esa realidad: una hazaña que la literatura ha ambicionado durante mucho tiempo, pero que nunca pudo lograr en este sentido literal.»

El de España fue uno de los  primeros conflictos modernos en los que se fijaron objetivos civiles como parte de la estrategia militar. La cobertura comprometida que Robert Capa, Gerda Taro y Robert Seymour –Chim– entre otros reporteros, hicieron de la tragedia de España marcó el nacimiento de la fotografía de la guerra moderna. La dimensión humana de su trabajo refleja la incertidumbre y el temor de los reclutas adolescentes o el desarraigo de las familias refugiadas.

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