La atención sanitaria a la infancia ayudó a muchos a sobrevivir a la guerra. En los hospitales el juego y el entretenimiento para los niños heridos y enfermos también se cuidó. Como el cuidado con que se atendió a los niños desplazados desde los frentes de guerra. Más tarde alguno de los hogares de acogida a niños huérfanos e hijos de milicianos quedaron transformados en hogares del Auxilio Social, encargados de reeducar a la infancia republicana.
Desde el bando vencedor, la salida de menores se identificó como un «robo» y su vuelta a casa se consideró una acción estratégica, aireada en carteles y con lemas como: «La España rota y roja te arrebató ese hijo. La España de Franco te lo devuelve. Ellos y nosotros cumplimos nuestros designios diversos. Ellos destruyen la familia. Nosotros edificamos la sociedad sobre ella».
| Puesto de reparto de juguetes para los niños en el Madrid republicano el día de Reyes de 1937. EFE |
La propia hija del general Franco era el centro de la singular escena preparada para algún noticiario, donde a instancias de su padre repetía «Pido a Dios que todos los niños del mundo no conozcan los sufrimientos y las tristezas que tienen los niños que aún están en poder de los enemigos de mi patria».
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