viernes, 22 de enero de 2010

Financiación de la Universidad. Líneas de cambio. Rentas y ayudas al estudio

Los rasgos de un nuevo sistema de financiación comienzan a aparecer en diferentes medios.  La creación de una neuva estructura en el sistema de becas parece un eje prioritario.  A nivel de ingresos, partirá de cuatro niveles de de renta: baja, media-baja, media y media-alta, todos ellos, con derecho a la exención del pago de matricula y a optar a la concesión de un nuevo tipo de becas de movilidad destinadas a dar racionalidad y contener los gastos de una oferta sobredimensionada en determinadas titulaciones en relación a la demanda real.

Parece una idea eficaz y coherente con la necesidad de reordenar la oferta, de manera que las carreras con menos demanda se concentren sólo en algunas Facultades. La beca de movilidad  será necesaria para aquellos candidatos que cumpliendo con los requisitos para su obtención,  deseen cursar una estudios alejados de su lugar de residencia, tras la oportuna reordenación de Facultades y títulaciones que se encuentran a la base de este modelo. La idea será que nadie se quede sin estudiar la carrera deseada por falta de medios.

La propuesta para el nuevo sistema de becas y ayudas universitarias establece cuatro niveles de renta con las siguientes prestaciones.
- Renta baja, hasta 13.557 euros anuales para familias de cuatro miembros. Recibirán una beca-salario de unos 6.200 euros. No pagarán la matrícula y podrían pedir también beca de movilidad.
- Renta media-baja, hasta 30.287 euros. No pagarán matrícula y podrán pedir también beca de movilidad. Tendrán derecho a la beca general: hasta unos 1.400 euros para transporte o material.
- Renta media, hasta 36.421 euros. No pagarán la matrícula y podrían pedir también beca de movilidad.
- Renta media-alta, hasta 38.831 euros por familia. Podrían pedir la exención de matrícula y, en los dos últimos cursos de la carrera, un préstamo-renta.

Las rentas más bajas tendrían, además, derecho a becas-salario (ahora son 6.250 euros y se pretende llegar a los 6.500 o 7.000 en 2015), para compensar que alumno estudie en lugar de estar trabajando.  Claro que esto del coste de oportunidad parece coherente,  para aqullos casos excepcionales que contemplen la necesidad de percepción de unos ingresos mínimos atribuibles a  la persona que decide prolongar sus estudios más allá de los niveles obligatorios. Las medias-bajas tendrán las becas generales, pensadas para estudiantes que tienen recursos para mantenerse, pero necesitan un extra para dedicarse plenamente al estudio. Los estudiantes con rentas medias-altas sólo podrán pedir ayuda de movilidad si la carrera que quieren no se ofrece en un campus cercano a su casa. Además, podrán pedir un préstamo-renta (sin intereses, similares a los que ya se pueden pedir para el máster) durante los dos últimos cursos del grado (titulación adaptada a Bolonia que ha sustituido a diplomaturas y licenciaturas). Sin embargo, dentro de las iniciativas para incentivar los buenos resultados, estos préstamos se podrán transformar en beca si el alumno termina la carrera a tiempo y con buenas notas.
 
Otro de los grandes problemas de la universidad española es una alta tasa de abandono y que se tarda mucho en terminar la carrera (cuatro de cada cinco alumnos necesitan más tiempo del establecido, según el informe CyD de 2008). Así, se prevé que los becarios que aprueben todo curso por curso y tengan buenas notas verán reconocido su esfuerzo con un plus. Cierto que siempre ha existido un deseo de reconocer a los mejores y premiar el esfuerzo, aunque en otros momentos  el mantenimiento de una beca que no daba para mucho era en mejor de todos, porque no había otro. Las becas se entidnde que se mantienen con criterios muy parecidos a los del grado en el ciclo superior, el Máster.

También se prevé que los que suspendan paguen más.  De ese modo,  el precio de la segunda matrícula se irá incrementando de manera progresiva para llegar en el curso 2015-2016 hasta el 50% del coste real de los estudios (ahora se paga el 10%) y hasta el 100% para la tercera matrícula.  Criterios que no serán los mismos para los estudiantes que hagan compatible trabajo y estudio. Menos mal.

RM/10
Cfr.  El País, Madrid, 20/01/10

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